El CIDI, que gran lugar.
Allí aprendí muchas cosas, lamentablemente no apliqué algunas de ellas hasta ahora, quizá porque mi mollera es algo lenta de reacción.
Sea como sea siempre habré de dar las gracias al señor don Julio Sanz, al Señor Perona y al Señor Guillermo Navarro por enseñarme aún más de lo que parecía.
3 comentarios:
No hay de qué.
Por cierto, necesito que me envíes tu dirección. La del pueblo siempre será más segura. Te tengo que enviar un librito.
El Sr. Julio Sanz es altamente abrazable...
yo fui un pastor de lenigummis en la tierra del prado beige en otra vida anterior.
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