Mientras paso unos días en el pueblo, respirando su tonificante aire y esas cosas de campo os dejo este bocetillo cutronguis sobre magos.
Hace mucho tiempo, cuando yo era un crío hubo un verano que en mi pueblo se planteó hacer un curso de magia para niños, yo me apunté corriendo porque estaba deseando
sacar conejos de chisteras,
serrar a chicas por la mitad,
hacer desaparecer edificios enteros.
Recuerdo que por aquella época Juan Tamariz salía por la tele, yo lo veía en un programa juvenil, sentadoen una mesa con un tapiz verde rodeado de gente.
Era un tipo feo y desgarbado. Me encantaba.
A aquel curso de magia tan sólo nos apuntamos dos niños, así que no se hizo por culpa de la absoluta falta de imaginación de la gente de mi pueblo.
Mis padres me apuntaron entonces a un curso de pintura y dibujo.
Quizá si hubiera estado en aquel curso el gusano de la magia me hubiera acabado de picar del todo, quizá hoy no sería dibujante. ¿Quién sabe?
